Nos pasamos los días contando historias. A veces son el último cotilleo de la vecina de arriba; otras, una película que viste el sábado, y otras, sencillamente, toda tu vida. Si nosotros, como seres sociales, nos pasamos la vida contando historias, ¿cómo no van a hacerlo las marcas?.
La única diferencia es que ahora las marcas son más modernas y, en lugar de llamarlo “contar la vida” (como dice tu amiga), lo que hacen es llamarlo storytelling, que es mucho más fino y, además, te pegas un poco el rollo de que sabes inglés.
Pero, ¿qué es eso del Storytelling?
Es, como hemos dicho, la forma que tienen las marcas de contarnos algo nuevo, o realizar un anuncio mientras nos cuentan una historia. No es lo mismo que salga un detergente en la pantalla y nos cuenten lo bien que funciona y los componentes que tiene, a que aparezca una madre enfadada porque su hijo se ha vuelto a ensuciar la ropa de barro.
Te están contando una historia que, probablemente, te haga recordar mejor la marca del detergente que cualquier otro tipo de anuncio. Además, si el anuncio resulta un poco picante o tiene algún componente gracioso, lo recordarás mucho más.
¿Por qué las marcas utilizan esta técnica?
Estamos en un momento de la historia del marketing y la publicidad en que, si algo quieren las marcas, es que echemos la lagrimita, o bien que nos tronchemos de la risa, que vayamos a trabajar al día siguiente sin dejar de utilizar cierta coletilla o que exista alguna imagen que nos haya dejado pegados a la pantalla.
No te va a costar mucho acordarte, pues el anuncio que todos los años hace la lotería es con esa intención. Ese señor que quiere regalarle un décimo a la exmujer de su hijo porque sigue considerándola de la familia pretende que llores un poco, y que luego te vayas a comprar un décimo con los ojos aún brillantes.
Somos flojos por naturaleza y, además, un poco consumistas. Uniendo todas estas vertientes actuales, las marcas saben que triunfan si apuestan por una técnica que requiere tanto trabajo como lo es contar historias.
La narración y el poder de la persuasión
¿Cómo lo hacen? Te lo estás preguntando (tú y media España) con las manos en la cabeza. Pues contándote situaciones que pasan cada día. Te hemos contado la de la madre amargada por las manchas y ese detergente mágico que ayuda a disfrutar todo el fin de semana con ese hijo pelirrojo que no sabemos a quién ha salido. Pero también la del suegro melancólico con esa mujer que ya no es la de su hijo, pero que se lleva el décimo igual que todos.
Estas situaciones, ¿qué tienen en común? Pues muy claro, que todas son tan reales que nos pueden pasar a todos (esperemos que lo del hijo pelirrojo no) y que nos hacen empatizar tanto que creemos que lo que pasa es real, que un amigo que nos está contando sus penas con una cerveza en la mano.
La persuasión es algo difícil de conseguir, por ello estas marcas cuentan con verdaderos profesionales del marketing que consiguen, mediante todos los canales, una unificación y que nos veamos totalmente reflejados en lo que nos están contando mediante sus publicaciones de redes sociales y sus anuncios de televisión.
Marcas que apuestan por la narrativa
Porque, si algunas marcas tienen un branding especial, son las de cervezas. Estas sí que intentan hacernos sentir a todos los que bebemos cerveza como parte de un mismo equipo: el de los que bebemos cerveza en las terrazas.
Vamos, todos y cada uno de los españoles. Qué c******* los responsables de marketing de las marcas de cerveza, cómo saben tocarnos la fibra, cómo hacernos olvidar quién es de derechas y quién es de izquierdas.
Además, desde hace unos años, estamos viendo el renacer de cierta marca de fiambres, que también apuesta por la originalidad de las nuevas tecnologías y las redes sociales. Todo para contarnos ciertas historias que nos hacen reír y, a la vez, ser un poco más conscientes de en qué se está convirtiendo nuestra vida actualmente. Y, también, sin saber cómo ni por qué, consiguen que compremos su salchichón y su jamón de pavo. Muy grandes estos tíos.
¿Por qué apostar por el storytelling?
Ya lo ves, los grandes lo hacen y les funciona. Si estás contando una historia, es más fácil llegar a las personas y a tus potenciales clientes. Si cuentas una historia real y, sobre todo, una de las que tocan la fibra y sacan nuestro “yo” más Bustamante en la academia, estaremos más cerca de que le den al like, de que compren en nuestra tienda online o de que nos sigan en nuestras redes. Parece sencillo, pero no lo es. Eso sí, el storytelling merecerá la pena, ya lo verás.
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